Se nos fue el Rock

Pasaron varios meses sin el mago quirúrgico de Nuñez y todavía se lo extraña.

Es que este mago vino al Monumental a ser en un principio mirado con rareza,Como iba a venir él si de donde venía no estaban muy bien las cosas?.Miles de prejuicios se destrozaron cuando este mágico zurdo tomó la pelota y se calzó la banda.

Agarró el balón como quien agarrá una lanza y dice síganme vamos a conquistar otras fronteras.

Este mago particular no tenía una galera, llevaba su pelo al viento, no tenía mil presentaciones en un escenario pero si había recorrido miles para ver a sus bandas, es que no tenía un traje elegante el era puro rock and roll y eso lo hacía único.

Es que tenía tanto rock and Roll en su cuerpo que cuando lo veías pasar al ataque le veías los movimientos de Mick Jagger para eludir rivales.

Es que cuando se plantaba frente a un tiro libre, miraba la pelota como si estuviera viendo a la 25 atónito.

Este mago rockero sabía bien crear fútbol a su paso, era el hijo prodigo del gran emblema Riverplatense ese que tenemos tatuado como primer mandamiento el de "Jugar Bien al Fútbol",porque en Nuñez si no ganaste jugando bien es la peor deshonra.

Las almas rojas y blancas sabían que cuando él se parará detrás de la pelota iba a haber magia, habría un centro preciso a la cabeza de alguien o esa zurda mágica haría que la redonda entre en el arco sin chistar.

Es así que este mago "Piscu" nos llevó a ver ese juego bonito y gustoso con el que en los últimos años nos habíamos desencontrado, nos llevó a ganarles a esos que no queremos ser con un zurdazo dejando a Orión en el piso donde más nos gusta verlo.

Nos hizo creer en Colombia que esa copa esquiva podía ser nuestra. Y lo fué.

Pero este mago no se iba a quedar sólo con eso y en una noche de lluvia torrencial su zurda quirúrgica encontró al gran Ramiro José para que en casa se quedara la copa más linda de todas,la Libertadores.

El que iba a el Monumental en esos días se encontraba con miles de nenitos con un 15 y un PISCU en la espalda, los escuchabas decir "Yo soy Piscu",festejaban emulando a un cocodrilo como lo hacía su ídolo y porque sí para la nueva generación de Millonarios él será su ídolo siempre.

Pero en Núñez no saben cuidar la magia, piensan que la pueden reemplazar con destello de genialidad que circula por ahí, por eso es que el rock and roll decidió irse a tocar a otro lado, pero las almas rojas y blancas siguen soñando su regreso porque vivimos el fútbol de verdad Pisculichi.