Me hablaron de Labruna, me hablaron de Ramón pero llegó el hijo pródigo de ambos nuestro Napoleón.
Es que juro que asi como mi abuelo me habló de ellos, yo le voy a hablar a mis hijos de Gallardo.
El que llegó desde Uruguay con un campeonato a cuesta y poca experiencia al mítico River, que el conocía más que bien cuando supo llevar la 10 del Beto en la espalda.
Lo miramos con recelo y desconfianza, es que sentarse en el banco que había dejado el glorioso Ramón no era fácil, pero este Muñeco no le temía a nada se puso el saco y nos invitó a soñar.
Nos hizo creer que podiamos ser ese River de bastón y galera que habiamos dejado atrás para convertirnos en este que era puro empuje.
Se sentó en el banco más lindo y pesado de todos y no le tembló el pulso para poner al que mejor estaba más allá de los nombres, para armar su 11 ideal.
Y calmo, y sigiloso fue construyendo un monstruo que estuvo 35 partidos invicto, que peleaba el torneo y la Sudamericana, ese River que jugaba al toqueteo, bailaba rivales.
Un día llegaron los títulos napoleónicos, una Sudamericana invicta donde este mounstro que el pequeño gran gigante habia creado tenia pies pero sobre todo cabeza para ganar partidos bravos.
Y llegó la Recopa con goles de ese negrito uruguayo que el habia rescatado del ostracismo en el que habia estado hacia un tiempo.
Vino una Euroamericana ganada por los pibes del club frente al Sevilla,con la estampa del buen juego Gallardesco.
La Libertadores a los tumbos nos tuvo, nos hizo dudar de nosotros mismos pero el emblema de Gallardo siguió intacto,mostró que con el corazón también se puede jugar y ganar, derrotar a los primos 2 veces en 6 meses, sacar pecho en Brasil,un gol agónico de su maxima apuesta Alario.Planteó una estrategia maquiavélica, en México y en casa bajo una lluvia torrencial trajo la copa más linda de todas a nuestra vitrina y de su mano fuimos a Japón.
Viajamos al país nipón 2 veces en una Napoleón cosechó la Copa Suruga Bank, en el otro se topo con el mejor club del mundo, se enfrentó al galardonado Barsa de Messi y le planteó unos 40 minutos muy dignos pero no pudo alzarse con el emblema de ser el mejor equipo del mundo, pero si siendo el mejor de América.
Perdió varios soldados pero, Napoleón supo formar otro ejército y volvió a conquistar Sudamérica, esta vez la Recopa será su emblema obtenido.
Si bien este nuevo ejército no brillaba como el primero pero si tuvo garra y corazón para obtener un nuevo trofeo esta vez la Copa Argentina, que llevará al pueblo Millonario con volver a conquistar América de la mano de este mítico conquistador que supo llevar a River a lo más alto y a quien el hincha desea que sea eterno.
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